
Recetas con AOVE: Salsa brava
Uno de esos platos irresistibles que todos asociamos al hecho de reunirse con los amigos y disfrutar junto a unas cañas es el de las patatas bravas.
Se trata de un plato muy típico que es fácil encontrar casi en cualquier región de España. Ahora bien, en Madrid es algo más que una simple tapa, es casi una religión.
¿Y para ti qué es más importante en este plato: la patata o la salsa? Nosotros creemos que la verdadera clave se encuentra en la salsa. En su sabor y también, por supuesto, en la intensidad del picante. ¿Y sabes qué ingrediente es absolutamente necesario para que el resultado de la salsa sea el óptimo? Lo adivinaste: el aceite de oliva virgen extra Premium Elizondo.
La mejor salsa brava es la hecha en casa, así que, no lo pienses más y atrévete a hacerla tú mismo. Es mucho más fácil de lo que imaginas. Además, esta salsa no solo va bien con las patatas, también podrás usarla para echarla a la tortilla o a tus sandwiches… entre otras muchas posibilidades.
Cómo hacer salsa brava en casa
Los ingredientes principales que no deben faltar (a nuestro juicio) en una salsa brava de categoría son la cebolla, el ajo, la harina, el caldo de pollo, el comino, la pimienta negra y el pimentón dulce y picante.
-Ingredientes para 10 personas-
- 2 ó 3 cebollas.
- De 3 a 5 dientes de ajo (al gusto).
- 500 ml de caldo de pollo.
- 2 cucharadas de harina de garbanzo.
- 2 cucharadas de salsa de tomate.
- 1 pizca de comino.
- 1 pizca de pimentón dulce.
- 1 pizca de pimentón picante.
- 1 pizca de pimienta negra.
- 1 cucharadita de sal
- 4 cucharadas de AOVE PREMIUM ELIZONDO.
Como todo en esta vida, y mucho más en la cocina, lo importante es hacer la salsa con paciencia, cariño y dedicación. Nunca te metas en la cocina a preparar un nuevo plato si no estás de buen humor y dispuesto/a a dar lo mejor de ti mismo. Aunque parezca increíble, la predisposición de ánimo influye notablemente en los resultados.
Dicho esto, casi ningún plato sale perfecto la primera vez que lo hacemos. O más que perfecto, tal y como más nos gusta a nosotros. La perfección requiere práctica. Solo así, iremos ajustando más y más el resultado hasta dar con el sabor exacto que más nos gusta.
Vamos allá.
1.- Lo primero que vamos a hacer es cortar la cebolla y pelar los ajos.
2.- A fuego muy lento iremos friendo con AOVE ELIZONDO la cebolla y los ajos, ya cortados y pelados.
3.- Cuando observemos que la cebolla ya se encuentra casi transparente añadiremos el pimentón y rehogamos el conjunto. Luego añadimos la harina y continuamos cocinando a fuego lento.
4.- Añadimos las especias y mezclamos todo el conjunto en la cazuela. Luego añadimos el caldo de pollo y cocemos durante cinco minutos.
5.- Introducimos todo en una batidora y lo trituramos hasta que la salsa esté fina. Ahora es el momento de probarla y corregir si la encontramos con falta de sal o de picante. Como sabes, siempre es mejor, al cocinar, no abusar con las cantidades. Si abusamos, luego no hay corrección posible.
6.- Pasar la salsa de la batidora a una cazuela y cocinarla con paciencia y fuego muy lento, durante unos veinte minutos. Pasado este tiempo, veremos que la salsa ha espesado y parece que se hubiera reducido.
Y listo. Ya tienes tu salsa brava lista para echarla sobre las patatas o lo que más te guste.
Si no consumes todo, la puedes guardar en el frigorífico, dentro de un tupper. Eso sí, no recomendamos que pasen más de tres o cuatro días máximo.