
Las 'grasas buenas' del AOVE
Hemos hablado mucho en este blog de todas las bondades y beneficios que el buen AOVE procura a nuestro organismo.
En este artículo vamos a ahondar en un tema que llama la atención e interesa a muchos. ¿Cuáles son esas ‘grasas buenas’ que tanto se mencionan cuando hablamos del aceite de oliva? ¿Acaso no llevamos media vida escuchando decir a todos que las grasas son, por definición, siempre malas? ¿Existen entonces ‘grasas buenas’ y ‘grasas malas’?
Pues sí: existen grasas ‘buenas’ y ‘malas’.
El aceite de oliva está compuesto de lo que conocemos como ácidos grasos. Sin embargo, existen dos tipos muy diferentes de ácidos grasos, y la proporción de uno u otro será la que determine la calidad del AOVE respecto a otros aceites.
Y a mayor cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, mayor calidad del producto. El AOVE de calidad premium, como es el caso de Oliva Elizondo contiene una gran proporción de ‘grasas buenas’, es decir, nos encontramos ante un aceite de oliva virgen de primera calidad.
Diferencia entre grasas saturadas y grasas monoinsaturadas
Las primeras son aquellas a las que consideramos como ‘malas’, y lo hacemos por una razón bien sencilla : está científicamente comprobado que perjudican nuestra salud. Su consumo hace aumentar peligrosamente los niveles de colesterol y bloquear nuestros vasos sanguíneos, y este es el motivo por el que debemos tener cuidado: aumenta notablemente las posibilidades de enfermedad cardiovascular.
Cuando hablamos de un AOVE el porcentaje de este tipo de grasa es tan solo de un 10% aproximadamente. A este nivel, no tienes por qué preocuparte.
El otro tipo de grasa, la monoinsaturada, ‘las buenas’, para entendernos, son muy diferentes. No solo no perjudican la salud, sino que son beneficiosas. Su consumo reduce el colesterol. El porcentaje de este tipo de grasa presente en el AOVE supera con creces el 70%, así que el pequeño porcentaje de grasas saturadas presentes en el aceite de oliva se ve plenamente compensado con las monoinsaturadas.
No olvides que las buenas grasas, las saludables, son esenciales para nuestra energía y para la absorción de vitaminas. Son indispensables para nosotros y este es uno de los (muchos) motivos por los que el AOVE nos hace tanto bien.
Entre los beneficios ( científicamente comprobados) que nos ofrecen las grasas monoinsaturadas podrían destacar:
- Reducción del riesgo de enfermedad cardíaca.
- Nivelador de la presión arterial.
- Antiinflamatorio: Ya lo vimos en este artículo.
- Reducción del colesterol.
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Reducción del riesgo de enfermedad coronaria
Este tipo de ácido graso resulta imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y para mantener un nivel de salud apropiado. El AVOE es uno de los alimentos con mayor proporción de grasas saludables o monoinsaturadas. Así que ya lo sabes: en ensaladas, tostadas… o en cucharaditas, ¡por la mañana! Tu cuerpo lo agradecerá.