
Conoce las diferencias entre Aceite de Oliva Suave, Virgen y Extra
En muchos aspectos el aceite y sus variantes continúa siendo uno de los alimentos más desconocidos por la mayoría de los consumidores. Cuando acudimos al supermercado y llegamos al estante de los aceites, normalmente lo único que hacemos es comprobar los precios de cada producto y adquirir aquel que más se ajusta a nuestro presupuesto.
Aún así, nos damos cuenta perfectamente que algunos son mucho más caros que otros y que se trata de un producto en el que existen unas diferencias de precios muy considerables.
¿Sabemos a qué se deben estas fluctuaciones tan elevadas del precio? ¿Merece la pena seleccionar siempre el más barato? ¿Conocemos los motivos principales de por qué unos aceites cuestan más que otros? Resumiendo: ¿sabemos qué es lo que estamos comprando cuando seleccionamos un aceite y no otro?
En un artículo anterior hablamos de toda la información que nos ofrecen las etiquetas que encontramos en el envase; también hemos visto algunos de los beneficios más extraordinarios que el Aceite de Oliva Virgen Extra nos proporciona. Sin embargo, para conocer el nivel de calidad del aceite que vamos a comprar existen unos conceptos que debemos tener claros.
Diferencias entre los aceites de Oliva Suave, Virgen y Extra
Las principales diferencias entre unos y otros tienen que ver principalmente con los procesos de extracción del jugo de la aceituna y el tratamiento que se le da al producto previamente a su envase. En los aceites de oliva virgen y de oliva virgen extra estos métodos de extracción son 100% mecánicos, generalmente basados en la presión o el centrifugado. De esta forma todo el procedimiento resulta natural y saludable, pues no altera la composición del zumo de uva y los beneficios para el consumidor son extraordinarios.
Las diferencias entre uno y otro (virgen y virgen extra o AOVE) se basan en los niveles de acidez y en la nota de cata. El nivel de acidez de los AOVE, los aceites de mayor calidad en el mercado, no debe superar 0,8°, y su nota de cata oficial no puede bajar de 6.5. La calidad del aceite de oliva virgen (no extra) es reconocida como algo inferior al extra, y la acidez puede alcanzar los 2°, mientras que la nota de cata no debe bajar de 5,5.
Es muy distinto el caso del aceite de oliva suave, pues este tipo de aceite surge de la fusión entre el oliva virgen y el refinado, y este último no es sino la mezcla de todos los residuos sobrantes de los métodos mecánicos que se han venido realizando, incluyendo en esta mezcla incluso los orujos, un tipo de aceite que no es adecuado para el consumo y para el que resulta obligado procesarlo químicamente. A toda esta mezcla se le añade finalmente una porción de virgen o virgen extra para darle más sabor.
Así, el aceite de oliva suave, ha perdido durante el proceso la mayor parte de las propiedades naturales y el producto es de una calidad muy inferior. Esta diferencia se aprecia también por los sentidos; el color no es el mismo, no tiene ese brillo maravilloso por el que le llamamos oro líquido, y, por supuesto, el sabor y la textura también son muy diferentes.
No hace falta decir que el aceite de oliva suave es el más barato de todos; pero ya sabes el porqué. Ni es tan sabroso, ni mucho menos tan saludable.